En Alemania, cada persona consume una media de 59 kilos de carne al año, mientras que en Austria, esta cantidad se dispara hasta los 65 kilos. Es decir, 162 y 178 gramos de carne, respectivamente. O dicho de otra manera: cada día nos zampamos como mínimo un escalope pequeño: cantidades muy, pero que muy nocivas para la salud y para el medio ambiente, según han concluido 37 investigadoras e investigadores de 16 países, encargados de desarrollar la denominada “planet health diet”.
Esta “dieta para la salud y el planeta” es un plan alimentario elaborado para proteger el clima, respetar los limitados recursos de nuestro planeta y cuidar la salud de los 7.700 millones de personas que vivimos en él. Y es que estas recomendaciones de alimentación están pensadas para prevenir enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
No hay que olvidar que en el mundo hay más de 2.200 millones de personas con sobrepeso, y muchas de ellas, con obesidad. Los científicos estiman que once millones de personas podrían evitar una muerte prematura gracias a esta dieta.
Pero también el medio ambiente y el clima se beneficiarían sustancialmente de un cambio en nuestros hábitos alimentarios. Solo hay que pensar que las 20 empresas cárnicas y lácteas más grandes del mundo juntas producen más dióxido de carbono que toda Alemania.
¿Pero cómo es esta dieta que ha de salvar nuestro mundo? ¿Cómo tenemos que alimentarnos para poder vivir una vida sana en un medio ambiente sano? De entrada, los científicos nos recomiendan reducir drásticamente el consumo de carne: una hamburguesa de vacuno a la semana o un chuletón al mes son más que suficiente. El pescado y el pollo deben ser ocasionales, y para sustituir la carne, hay que comer más frutos secos, judías, garbanzos y lentejas, que aportan a nuestro cuerpo proteínas de gran calidad.
Y ahora viene la buena noticia.
No hay por qué renunciar a la fruta y la verdura fresca y deliciosa. Al contrario. Una y otra deben constituir la parte más importante de nuestra alimentación. En total, los expertos recomiendan tomar 300 gramos de verdura y 200 gramos de fruta al día. Nada más fácil, gracias a la enorme cantidad de exquisitos platos vegetarianos que hay. A partir de ahora nos sabrán el doble de ricos, pues sabremos que estamos cuidando nuestra salud y, además, salvando el mundo.
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