Tiene un dulce aroma a verano, una piel aterciopelada, una pulpa amarilla anaranjada y podemos disfrutarlo en la época más cálida del año. ¿Qué es? ¡Exacto: el albaricoque SanLucar!
Gracias a nuestros expertos maestros agricultores de las soleadas España, Francia, Sudáfrica y Turquía podemos saborearlos desde el principio hasta el final del verano. Ellos se encargan de dejarlos crecer en armonía con la naturaleza y de seleccionar los frutos con el mejor sabor, la máxima dulzor y el aroma más intenso.
Como los albaricoques siguen madurando fuera del árbol, es importante saber cuál es el momento ideal para la recolección. Por ello, cuando se acerca el momento, medimos su contenido en azúcar y ácidos, y hasta que no están en el punto justo, nuestros expertos recolectores no empiezan a trabajar.
Consejos SanLucar: cómo conservar los albaricoques.
- Si te gusta que los albaricoques SanLucar estén muy, muy dulces, déjalos un tiempo a temperatura ambiente hasta que estén un poco más blandos. Así madurarán antes, la acidez bajará y el contenido en azúcar aumentará. Pero no esperes demasiado: cuando veas que la pulpa cede al apretar el fruto ligeramente, está listo para comer. Cuando llegue ese momento, ¡no te cortes y acaba con ellos!
- Si los has comprado pero todavía no pensabas comértelos, simplemente consérvalos en la nevera, así durarán más tiempo. Solo tienes que acordarte de sacarlos un poco antes de consumirlos, pues es una fruta cuyo aroma alcanza su punto álgido a temperatura ambiente.
Otra información de interés.
- Los albaricoques son mucho más que melocotones pequeños. Otra ventaja indiscutible es que no gotean, por lo que son perfectos para comérselos a bocados.
- Los albaricoques son de la familia de las rosáceas y proceden del noreste de China y parte de Corea, donde ya se cultivaban hacia el año 1.000 a. C.
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