¿A quién no le ha pasado? De repente, tienes antojo de una piña dulce y jugosa, pero te frena lo tedioso de pelarla. A menudo terminas quitando más de lo necesario o frustrándote con trozos desiguales. Sin embargo, existe una forma fácil: con nuestra peladora de piñas. Olvídate del arduo proceso de pelar: solo ajusta la máquina, espera unos segundos, y tendrás tu fruta lista. En solo 22 segundos, nuestro ayudante de acero inoxidable se encarga del trabajo, pela la piña perfectamente y la corta higiénicamente en trozos listos para comer.
«Nuestros clientes siempre se sorprenden de lo fácil y rápida que es nuestra máquina», comenta Dominik Wehner, director de distribución de SanLucar. Además, hemos incorporado un nuevo envase práctico con dos compartimentos separados en el que se pueden llevar cómodamente los trozos de piña recién cortados, perfecto para un snack entre horas. Otro aspecto destacado: la ventana de visualización integrada en la máquina permite a los usuarios observar el proceso de corte en directo. De esta manera, todos pueden ver exactamente cómo se está procesando su deliciosa piña.
Y hemos logrado algo más: nuestra máquina es increíblemente precisa. Gracias a un nuevo sistema inteligente, la máquina aprovecha hasta un 20% más de la fruta, lo que no solo reduce los desperdicio, sino que también permite que todos puedan disfrutar de una mayor cantidad de la deliciosa piña.
No hay nada como el sabor de una piña fresca. Y no es para menos, ya que nuestras piñas maduran entre 12 y 14 meses bajo el cálido sol caribeño de Costa Rica, hasta alcanzar ese tono dorado y una dulzura irresistible. Para nosotros, el color amarillo representa el amor, porque ¿qué podría ser más amoroso que una piña perfectamente pelada y jugosa?
Y hemos logrado algo más: nuestra máquina es increíblemente precisa. Gracias a un nuevo sistema inteligente, la máquina aprovecha hasta un 20% más de la fruta, lo que no solo reduce los desperdicio, sino que también permite que todos puedan disfrutar de una mayor cantidad de la deliciosa piña.
No hay nada como el sabor de una piña fresca. Y no es para menos, ya que nuestras piñas maduran entre 12 y 14 meses bajo el cálido sol caribeño de Costa Rica, hasta alcanzar ese tono dorado y una dulzura irresistible. Para nosotros, el color amarillo representa el amor, porque ¿qué podría ser más amoroso que una piña perfectamente pelada y jugosa?
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