Hasta ahora, nuestra pirámide nutricional presentaba este aspecto: abajo del todo teníamos las bebidas bajas en calorías, principalmente agua, de las que hay que beber al menos 1,5 litros diarios. En el segundo nivel aparecen la fruta y la verdura, seguidas de los cereales. Nivel cuatro: leche y productos lácteos, a continuación la carne y el pescado, y por último, en la punta, se encuentran las grasas y los dulces.
El »Prospective Urban Rural-Epidemiology«, estudio realizado durante más de 12 años a más de 225.000 personas de 35 a 70 años en distintos países de América, Europa, Oriente Próximo, Asia y África, mantiene las recomendaciones que se hacían hasta la fecha en lo que se refiere al consumo de fruta y verdura.
Según los resultados de este estudio, 3 raciones diarias de fruta reducen la mortalidad en un 18%. Para obtener efectos beneficiosos, hay que consumir entre 375 y 500 gramos de fruta y verdura al día. Son especialmente recomendables las legumbres comsumidas una vez al día.
No obstante, los resultados relativos a las grasas podrían desbarajustar la pirámide que conocíamos hasta ahora, ya que demuestran que el consumo de grasas (saturadas, poliinsaturadas y monoinsaturadas) tiene un efecto protector y reduce la mortalidad total, mientras que un consumo alto de carbohidratos, que hasta ahora estaban en el tercer nivel de la pirámide nutricional, tiene efectos negativos sobre la mortalidad total.
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