Creemos que no hay nada mejor y más delicioso que la naturaleza. Por eso, nuestras 100 sabrosas variedades de frutas y verduras, que cultivamos en 35 países de los hemisferios norte y sur, no están modificadas genéticamente. No queremos mejorar la naturaleza, pero tampoco interferir en ella y causar efectos no deseados.
Desarrollamos nuestras nuevas variedades únicamente mediante cruces muy complejos y que requieren mucho tiempo. Este tipo de cría se ha utilizado durante siglos y es inofensivo para los seres humanos y el medio ambiente.
Nuestras nuevas variedades son, por ejemplo, más resistentes a las cambiantes condiciones climáticas, tienen un sabor aún más aromático, son más jugosas, más crujientes, dan más frutos por planta y conservan así nuestros recursos, o simplemente tienen frutos más grandes. Para todos estos deliciosos resultados no necesitamos ingeniería genética, sino especialistas con muchos conocimientos, experiencia y paciencia.
Así que cuando muerdas nuestra manzana, mordisquees nuestra mandarina o prepares una ensalada con nuestros tomates, puedes estar seguro de que son frutas tal y como las creó la naturaleza. Disfrútalas.
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