Son pequeños, casi negros, y son deliciosos. Son nuestros mini-higos. En Fenazar, España, cultivamos esta variedad tan especial de higos para probar cómo se comportan.
Wil Lemmer, director de variedades de SanLucar, es un entusiasta de estos pequeños frutos. «Estos higos son los mejores que he comido nunca. Son la esencia de un higo: dulce, jugoso y aromático». Los higos suelen crecer normalmente en el suelo. La razón por la que los estamos cultivando en macetas tiene que ver con el cambio climático. El clima en España se está volviendo cada vez más seco y nuestra finca tendrá que conformarse con menos lluvia en el futuro.
Por lo tanto, Wil y su equipo buscan nuevas variedades que necesiten menos agua, pero que sigan siendo deliciosas. Al cultivarlos en macetas pueden medir exactamente el agua que necesitan, y así tomar nota para el futuro. Las higueras son plantas resistentes, pero sus frutos son delicados.
La piel de los higos tiene a menudo cicatrices por viento, que no afectan al sabor, pero queremos conseguir la fruta perfecta para nuestros clientes y durante el mayor tiempo posible. Por eso, también realizamos estas pruebas en otros lugares, como en Túnez o en Huelva. Si todos los lugares dan resultados positivos esperamos poder recoger la cosecha durante cuatro o cinco meses. Todo esto lleva su tiempo. «Sólo después del tercer año podremos decir si nuestros ensayos son verdaderamente exitosos», dice Wil. «Los dos primeros años han sido muy prometedores. Tienen muy buena pinta y saben todavía mejor».
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