¿Os acordáis? La última semana antes de las vacaciones de verano siempre tenía una magia muy especial. Las notas ya estaban puestas, las clases ya no eran importantes y la alegría de no hacer nada durante mucho tiempo era la tónica de los últimos días. Y así sigue hoy en día. Por eso nuestra acción encajaba tan bien con el estado de ánimo antes de las largas vacaciones: Junto con los niños del »Kinder und Jugend Arche Karlsruhe e.V.« (Asociación El Arca de niños y jóvenes de Karlsruhe) cocinamos las mermeladas más deliciosas con 15 kilos de nuestros arándanos, frambuesas y melocotones frescos. La emoción en la cocina era enorme, y no sólo por la proximidad de las vacaciones. Los niños lavaron la fruta, la trituraron y luego la cocinaron a su gusto. Bueno, la verdad es que no todas las frutas llegaron al tarro de mermelada. Nuestros melocotones, arándanos y frambuesas eran demasiado deliciosos.
Algunas frutas desaparecieron rápidamente en la boca de algunos niño. Pero eso no importaba. Al final los niños habían llenado 34 frascos de mermelada casera.
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