¿Sabes dónde crecen nuestros jugosos melocotones dulces y nuestras celestiales nectarinas? Vienen de cerca del pintoresco pueblo de Caspe, en la provincia de Zaragoza, en el norte de España.
Aquí el sol brilla casi a diario desde un profundo cielo azul. ¡Es la zona de cultivo de frutas de hueso de primera calidad! De primavera a otoño el sol español acaricia nuestros frutos. Por eso se vuelven maravillosamente dulces, aromáticos y jugosos.
Además, el río Ebro proporciona un microclima particularmente favorable con temperaturas estables y vientos suaves que permiten que la humedad se evapore rápidamente. El moho apenas tiene una oportunidad y podemos prescindir de los fungicidas durante el cultivo. Nos gusta mucho eso y especialmente gusta a nuestras frutas de verano.
Además, sólo utilizamos agentes biológicos que son completamente inofensivos para las abejas durante el período de brotación y floración para combatir posibles enfermedades y plagas. ¡Porque: sin abejas, no hay frutas (de hueso)!
Pero la naturaleza por sí sola no proporciona nuestra sabrosa fruta con hueso, que cosechamos de mayo a octubre.
Nuestros agricultores miman los árboles con todo lo que necesitan para que prosperen magníficamente y nuestro experto en variedades, Will Lemmer, investiga constantemente para encontrar las mejores variedades. «Cada 10 o 14 días cambia la variedad de drupa a cosechar. Todos ellos tienen que ser de primera clase para mantener la calidad en todo momento», explica el sudafricano. Will ha logrado que cada variedad sea aromática y jugosa y tenga un hermoso color. Todo ello nos permite ofrecer melocotones y nectarinas de primera calidad durante cinco meses. Por eso el sol brilla tanto y nosotros con él.
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