Tomemos, por ejemplo, un puñado de frambuesas y de arándanos; añadamos leche de almendras y una pizca de vainilla. Se añade todo a la batidora y ya tenemos listo nuestro smoothie, delicioso y reconstituyente. Y es que, comparados con los zumos hechos a partir de frutas exprimidas, los smoothies aprovechan toda la fruta. ¡Incluso la piel! Y es que en la piel de la fruta hay muchas más vitaminas y sustancias vegetales secundarias que en la pulpa. De modo que los cremosos smoothies pueden potenciar nuestro sistema inmunológico y mejorar nuestro bienestar. Los llamados smoothies verdes, a base de verduras, hierbas y frutas son especialmente ricos en fibra. Activan nuestra digestión y son menos dulces debido a su naturaleza.
Por el contrario, los zumos proporcionan energía más rápidamente y, debido a su bajo contenido en fibra, son menos digestivos. Cuando queramos refrescarnos un poco, lo mejor es un refresco con gas.
En cualquier caso, es muy fácil nutrirse con vitaminas y minerales de una forma rápida y sencilla mediante un zumo recién exprimido o un smoothie recién batido.
Qué, ¿os han entrado ganas de encender la licuadora? Aquí tenemos unas estupendas recetas para que os preparéis vuestros smoothies.
Y para aquellos a los que les guste que le pongan las cosas fáciles, también pueden tomar nuestra verdura fresca en forma de bebida. ¡Salud!
Fuente: bvz.at
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